BESTIARIO - MARCHITOS
Como ya se dijo en la entrada anterior sobre el bestiario, el mayor enemigo de la humanidad en Sacrificio es la Oscuridad. Ésta inunda su mundo, lo cubre como una telaraña tóxica y perniciosa que toca todo lo que toca, convirtiéndolo en un reflejo grotesco de aquello que es. Viola la propia naturaleza, perturbándola y convirtiéndola a su imagen. Nadie sabe exactamente qué es la Oscuridad, pero todos la sufren, y la simple causa de vivir en su mundo es una batalla constante, en la que la victoria jamás ha estado contemplada. La humanidad, su existencia, es un desafío hacia lo que representa. Las tribus viajan por las arterías del mundo, abriéndose paso en ella, arrastrando su luz tras de sí, manteniendo la esperanza en que sus vidas, y sus muertes, sirvan para crear un futuro donde la Oscuridad no haya clavado sus garras. Pero ella no perdona, no conoce la piedad, ni necesita hacerlo. Si existe, es solo para engullirlo todo y dar fin a cada ápice de luz que una vez iluminó el mun