EL LUGAR DE UN SACRIFICIO
Cuando la idea de Sacrificio comenzó a tomar forma en mi mente, la idea de no perder al personaje por el que tanto has trabajado porque este muriera en una gloriosa batalla (o de una forma tan humillante que jamás querrás recordar) era una de las principales. Además, mi experiencia como DJ me ha hecho ver en numerosas ocasiones que muchísimos jugadores no se aventuran a correr riesgos con aquellos PJs a los que tienen especial cariño. Sé que este comportamiento es normal, y que en el mundo real más de uno se lo pensaría muy bien antes de poner en riesgo su vida, pero si lo miramos desde una perspectiva lúdica esto nos cierra muchas fronteras.
Sé que ya hay otros juegos que experimentan con este aspecto, como por ejemplo Paranoia. Un modo de recuperar a tu PJ, aunque de forma limitada. Lo difícil era encontrar el modo de hacerlo en la ambientación que me rondaba, en ese mundo de cavernas maldito y extraño.
Tras trabajar mucho en la idea, finalmente encontré una idea que me resultó atractiva. Siempre me han gustado los juegos donde el estado mental del PJ fuese importantes. Por ejemplo, en la Llamada de Cthulhu la salud mental de tu Investigador podía resultar mucho más letal que las amenazas físicas directas. Poder perder a tu PJ ya sea por una muerte horrible, como por terminar perdiendo la cabeza, ¿no suena bien? Fue el primer juego que leí que se adentraba en ese aspecto. Ya no solo tenías que preocuparte de las balas de los enemigos, sino de lo que tu Investigador descubría y vivía. El mundo puede ser un lugar horrible... Por eso, en Sacrificio añadí un modo en el que un PJ puede alcanzar la "muerte", y es la corrupción del alma.
En Sacrificio, la exposición a la oscuridad del submundo corrompe el alma, como un veneno que mancilla la luz que alimenta la vida y el poder de los PJs. Tal vez no sea letal inicialmente, pero a la larga los PJs irán convirtiéndose en un reflejo oscuro de lo que eran, consumiendo lentamente su ser, pero a la vez obteniendo poder. Y es algo inevitable, la oscuridad les rodea, los acecha continuamente como depredadores invisibles que desean la luz de la llama de sus almas, y cuanto más débil sea el fuego que los alimenta, más rápidamente se corromperán.
Una de las ideas principales de Sacrificio, es que los Jugadores decidan hasta qué punto merece la pena aguantar esa corrupción. Cuanto más tiempo aguanten vivos, más poder adquirirán, más luz conseguirán para alimentar la Llama Eterna de su tribu, pero si la oscuridad los consume demasiado, si se corrompen hasta un punto que su alma quede afectada, tal vez no puedan regresar nunca más. Y si lo hacen, nunca más volverán a ser el mismo...
Pero todo esto lo explicaré de forma más extensa y clara en algún otro momento, cuando hable de la Oscuridad que Susurra y el efecto de la Llama Eterna en cuanto al Sistema de Juego (probablemente en la siguiente entrada del blog).
Una vez tenía bastante clara ésta dualidad, comencé a trabajar en un contexto más claro. ¿Para qué existe realmente un Sacrificio? ¿De donde salen? ¿Qué excusas podrán usar los DJ para juntar a varios Sacrificios en una aventura? Esta última pregunta me dio más trabajo del que creía, ya que quería que los Sacrificios, obviamente, fuesen una rareza, y debido al estilo de vida de las tribus y el mundo en el que viven, era difícil que Sacrificios de distintas tribus se unieran. El proyecto quedó congelado bastante tiempo mientras trabajaba en esa respuesta, de modo que finalmente no metiera cualquier excusa con calzador para contentarme a mí mismo. Quería algo sólido y con sentido dentro de la propia lógica interna de Sacrificio.
Pero vayamos por partes. Ésta es la segunda entrada dedicada a los Sacrificios, donde hablaré de qué significa un Sacrificio para la sociedad de este mundo.
LOS SACRIFICIOS 2 - PAPEL DE UN SACRIFICIO
Los Sacrificios son seres nacidos de la muerte. Aquellos niños que nacen muertos son entregados a la tribu, vacíos y sin alma, solo oscuridad. Si la Llama Eterna de la tribu posee el alma de un anterior Sacrificio esperando poder volver regresar al mundo, iniciarán el ritual para insuflar vida a ese bebé y realizar el renacimiento del Sacrificio. Sino lo posee, tal vez posean un nombre del pasado de la humanidad que traer de la oscuridad y así crear un nuevo Sacrificio, con su Llama pura e intacta. Lo que se llama un Primer Nacido. El Sacrificio, los nombres tienen gran poder, y nunca podrá haber dos Sacrificios con un mismo nombre.
Pero, como he dicho, un Sacrificio no solo nace de la muerte, sino que nace para ella. Los Sacrificios que han vivido varias vidas conservan sus recuerdos, incluidos los de sus muertes, esto no solo los hace más aptos para la supervivencia, sino que va volviéndolos cada vez más impuros, ya sea por sus propios traumas mentales como por la exposición a la Oscuridad. Por otro lado, los Primeros Nacidos deben enfrentarse por primera vez al mundo, son más suceptibles a los horrores y la Oscuridad, pero su Llama es más pura e intensa.
Los Sacrificios son criados por toda la tribu durante su infancia, siendo educados por los ancianos y entrenados por los guerreros. Aquellas tribus que tengan la suerte de contar con un Conservador podrán además enseñarles conocimientos del pasado perdido de la humanidad (como alquimia, medicina, etc). En este aspecto, tal vez puedan parecer privilegiados comparados al resto de la tribu, pero lo cierto es que nadie puede envidiar la vida de un Sacrificio. Siempre son cortas, y terminan de forma fatal... A veces de un modo inimaginable.
En su interior, brilla un fragmento de la Llama Eterna que les insufla vida y les permite enfrentarse a la Oscuridad. Este fuego es lo que les da la vida, lo que los trajo de la muerte, y lo último que quedará de ellos cuando esa vida finalice. Para la mayoría de tribus representan la última esperanza para la humanidad en la lucha por sobrevivir. Por supuesto, no todos creen del mismo modo en el culto del Sacrificio, ni lo usan de la misma manera, pero eso lo explicaremos cuando hable de las Sendas.
Cuando el Sacrificio está listo para abandonar la tribu, ésta celebra su funeral antes de que éste marche hacia los túneles del submundo. La gran mayoría de Sacrificios nunca más vuelven a ver a su tribu. Se dedican a caminar por los túneles, enfrentándose a las criaturas de la oscuridad, aumentando la intensidad de su Llama durante sus enfrentamientos. El destino al que todos aspiran es alcanzar la superficie para alimentar su Llama con la luz del Sol. La humanidad cree que así la Oscuridad que Susurra los guiará hacia el corazón del mundo, donde la Llama Eterna hará arder un nuevo sol y podrán renacer y vivir una eterna era dorada.
Un Sacrificio enfrentará todas las amenazas que encuentre porque es su deber, aquello para lo que nació. Para dar intensidad al fuego que arde en su alma, y que, cuando muera, éste regrese a la Llama Eterna de la que nació, fortaleciéndola, y así dando más tiempo a su tribu. Y así la tribu no dejará que su nombre caiga en la oscuridad, y, cuando llegue el momento, lo harán renacer, más grande, más fuerte.
Un Sacrificio no solo deberá luchar y buscar la muerte en su camino, por supuesto. Su alma renacida oculta secretos, recuerdos de cada una de sus vidas desde el primer momento que la Llama Eterna lo alzó de nuevo. La Verdad del mundo fortalece la Llama Eterna, trae recuerdos del mítico Sol del que se dice que fue creada. A cada renacer el Sacrificio es más poderoso, aunque la Verdad también hace que la Oscuridad impregne su alma. Algo horrible sucedió en el mundo, y las leyendas solo muestran aquello que los humanos quieren ver, aquello que la Oscuridad que Susurra les cuenta en los rincones más recónditos, aquello que quieren recordar, deformándolo para apartar el miedo de una verdad aterradora y ganar la esperanza de la ignorancia.
El Sacrificio debe luchar por la supervivencia de la humanidad mientras, a su vez, lucha contra la corrupción de su alma, por recuperar y ordenar los recuerdos de sus vidas.
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